lunes, 15 de diciembre de 2008


Hay momentos en los que las palabras no importan , simplemente están de mas , es entonces cuando nuestros sentimientos se convierten en los titiriteros de nuestras acciones. Somos impulsados por fuerzas de un destino que parece haber sido escrito en las tinieblas olvidadas del tiempo convirtiéndonos en instrumentos de acciones inevitables , muchas veces sabiendo que las cosas no están del todo bien. Pero aun así disfrutamos cada momento , cada instante , pretendiendo que es lo que muchos llaman felicidad , creyendo ingenuamente que durara eternamente. La llama que une seguirá ardiendo igual o mas siempre y es el mismo destino el que nos muestra que nada es eterno, y ese momento mágico se esfuma , dura tan solo instantes.

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